domingo, 6 de febrero de 2011

UNA MIRADA A LA CALIDAD EDUCATIVA COMO REFERENTE DE DESARROLLO DE CIUDAD.

Más allá de los signos que la posmodernidad nos ha venido ilustrando en materia de contexto, desarrollo y globalización en el escenario de la escuela, es fundamental generar un proceso de reflexión serio y profundo desde todos los sectores, sobre el concepto de calidad educativa y su orientación como principio fundamental que impacta de manera directa, en el tipo servicio que brindan los establecimientos educativos (en especial los estatales) hoy día, bajo una perspectiva de crecimiento local.
Así pues, si bien es cierto que existe todo un andamiaje legislativo que organiza y matiza los canales asociados a la educación en el ente territorial, no menos cierto es que las tendencias (desde todos los frentes) nos están invitando a valorar de manera sistémica, el compromiso de todos los actores vinculados con las actividades de formación escolar; de esta forma, es clave articular el fortalecimiento de la gestión institucional y las prácticas pedagógicas como ejes fundamentales para dar respuesta a las expectativas de este momento histórico, en el marco de una educación pertinente y relevante.
Ahora bien, sobre esta arista conceptual existe todo un espectro bibliográfico que procura definirla, en esta oportunidad se han considerado para tal fin los elementos propuestos en la obra de Samuel Palacios (1998) , quien sostiene las dificultades para abordar con cierta precisión el concepto de calidad educativa debido a su complejo tratamiento, es por ello que le otorga a la misma un carácter de polisemia y complejidad, ya que calidad significan cosas diferentes para distintos observadores y grupos de interés, resultando generalmente controvertidas las conceptualizaciones acerca de la misma. Igualmente también hay que reconocer que existen perspectivas diferentes en su abordaje, y según la misma obra, hay que realizarlo desde dos enfoques; uno de características holística, que incluye al conjunto del sistema educativo, y otra aproximación de características microscópicas, sustentada en una institución educativa o programa educativo concreto.
Con ello, las evidencias de todo este proceso de calidad educativa (desde la mirada holística) deben tributar con claridad en la innovación de las  herramientas de gestión técnico educativas en los docentes y directivos docentes; la  revisión profunda  y análisis  de las estructuras del diseño curricular, la articulación de  las  competencias con los estándares nacionales, y  la reorientación  el modelo de evaluación del aprendizaje tradicional, hacia una mirada basada en el “saber hacer” de los educandos  en contexto.

Sin embargo, resulta esencial para consolidar este análisis, establecer  una orientación de la calidad educativa que trascienda el  mero cumplimiento de dichos requisitos normativos; ésta perspectiva entonces, nos debería llevar inexorablemente a concebir como causa final la excelencia y la  franca apertura de otros sectores, con quienes la agenda pública, asume la responsabilidad de entregar a la ciudad hombres y mujeres competentes, inmersos dentro de principios sólidos  y sana convivencia.
Ahora bien, cómo inscribir todo esto sin caer en las repetitivas presunciones  que muchos documentos señalan y quedan en la mística de retóricas declaraciones; la respuesta quizá tome tiempo, sin embargo es importante proponer elementos claves  y concretos que en su justa medida pudieran fortalecer este constructo de calidad educativa en el aquí y el ahora. En principio, es prudente afirmar  que se hace necesario asumir una postura multisectorial (estado, empresarios y academia)  de acompañamiento, asistencia y soporte a los establecimientos educativos en el propósito de ser mejores, orientándoles técnico- pedagógicamente  en todas y cada una de sus prácticas. Es evidente entonces, que actitudes “paternalistas” no garantizan  espacios de cambio y ajustes para crecer, que es pertinente insistir en la construcción conjunta y permanente de procesos claros y sostenibles al interior de los colegios, medir con indicadores las innovaciones educativas, tributando a nuestro entorno,  la competitividad y talento humano con elementos conceptuales coherentes. En esta dinámica, es básico incluir sin lugar a dudas el tema de las nuevas tecnologías  como mediaciones para mejorar los procesos de enseñanza / aprendizaje y la conectividad global que supone la comunicación en lo educativo, pues al  enfocar estos canales desde el punto de vista de su instrumentalidad para el aprendizaje; los principios de cinco teorías: Proyecto Zero, Inteligencias Múltiples, Constructivismo, Teoría de la conversación, y Teoría del conocimiento situado, parecen particularmente idóneos para fundamentar  integralmente  lo misional y lo práctico, redundando en el citado acompañamiento como estrategia reina en calidad educativa.
A guisa de conclusión, es importante decir que  las tendencias culturales de los últimos decenios, junto a nuevas estructuras de enseñanza, plantean un reto para los maestros y profesionales de la educación en toda su extensión, estimando en su quehacer, buenas acciones que redunden en la educación como motor del desarrollo de la ciudad.
Referencias
Ø Dallera Alfredo Osvaldo " La escuela razonable, una mirada a la cultura de la escuela urbana" , E.D.B. Buenos Aires 2000
Ø Drucker Peter, " Las Fronteras de la Administración " , ed Sudamericana , Buenos Aires 1988
Ø Frigerio G ,y Poggi M," Las Instituciones Educativas .Cara y Ceca." Editorial Troquel , Buenos Aires 1992
Ø Palacios Samuel Gento ," Instituciones Educativas para la calidad total", editorial La Muralla, Madrid 1996.
Ø Palladino Enrique y Palladino Leandro , " Administración Organizacional" , editorial Espacio Buenos Aires 1998.
Ø Tyler ,W, "Organización Escolar" ediciones Morata , Madrid 1991

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