viernes, 4 de febrero de 2011

Reggio Emilia… Una mirada deontológica hacia la reflexión del sistema educativo en el Caribe Colombiano…

En el marco de las discusiones epistemológicas y conceptuales sobre el rol protagónico de los  educandos dentro de los canales de enseñanza –aprendizaje  y la construcción de saberes para el desarrollo de la sociedad, se han logrado establecer unos mínimos universales que clarifican los alcances e impactos del proceso educativo (independiente de su orientación pedagógica), como franco escenario de transformación humana hacia el crecimiento personal y comunitario. En ese sentido, nuestro país con la “revolución educativa” ha convocado a todos los sectores responsables, a la realización de  una revisión seria y sistemática  de las prácticas pedagógicas que orientan el quehacer de directivos y docentes en la prestación de un servicio educativo  que busca  consolidar  pertinencia, equidad,  calidad y eficiencia.
Ahora bien, dentro de los aspectos concretos que se están empezando a repensar en múltiples niveles y  con  alto significado en lo institucional, son los relacionados con el   “modelo pedagógico”; y este a su vez,  no visto como simple  elemento constitutivo del PEI, sino como la declaración expedita que pone en evidencia la acción de los maestros en el tipo de ciudadano que se pretende formar para  Colombia en el campo de la productividad y la hermandad nacional. Con base en ello, la diversidad de enfoques  y paradigmas nos ilustran con suficiencia la dinámica de los establecimientos educativos que intentan responder con  criterio esta etapa histórica que nos brinda signos centrados hacia la globalización, la ciencia y la  tecnología.
No obstante en medio de toda esta contextualización, bien vale la pena centrarnos en la  Región Caribe  y cómo por antonomasia la educación, es el vehículo taxativo que le permitirá  ganar estados de desarrollo en todos los frentes, garantizando condiciones ideales para quienes la forjan desde el presente (Nuestros niñ@s y jóvenes) un mejor futuro. Así pues, analizando las tendencias educativas que gravitan en las Instituciones de nuestros Departamentos, es importante reconocer el espacio que han venido labrando las escuelas bajo la directriz conceptual “Reggio Emilia”, como referente importante de  articulación entre ideología, pedagogía y utopía; es decir una mirada hacia el hombre y mujer del Caribe Colombiano no sólo como arquitectos de sus propios destinos, sino como agentes cooperantes que forjan saberes innovadores y transformantes de  su entorno; de esta forma y tal como lo citaba Loris Malaguzzi, las incorporaciones de este modelo a la práctica docente, se puntualizan en la escucha y respeto por las potencialidades de los niños y niñas, reconociendo el derecho de éstos a ser educados en escenarios dignos y acordes con dichas capacidades; en esa línea entonces, Reggio Emilia enaltece los talentos individuales al servicio del colectivo, generando entre educadores y estudiantes dinámicas de aprendizaje conjunto, en donde las didácticas son mediaciones que  optimizan el proceso de adquisición de conocimientos, dando sentido a la responsabilidad ciudadana.
De acuerdo a la  reflexión anterior, no se pretende establecer una apología de esta mirada de la educación y los procesos pedagógicos que la describen como dogmas de fe, todo lo contrario, bajo una perspectiva deontológica - “deber ser -”, reflexionar profundamente por  los elementos antropológicos y  funcionales que pudiera aportar  Reggio Emilia a cada comunidad educativa en la Región, fortaleciendo nuestro sistema educativo, haciéndolo más coherente y vivo, respecto a la retórica que muchos proyectos educativos institucionales profesan hoy día.
Bajo toda  esta perspectiva, los modelos pedagógicos de nuestras instituciones educativas,  tienen la tarea de recabar un  análisis mucho más allá de sus espectros curriculares, para dar paso abierto a una formación diversa que apunta a la aldea global bajo la cual el Caribe debe transitar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario